El Pirineo de Mava: TR - Ortigas Viejas - La Solana - Collados

Salida y llegada: "Casa Naranja" cerca del cruce de Valdeigea.

Desnivel positivo acumulado: Unos 500m.

Tiempo empleado en total: 2h 15min.

Distancia recorrida: 13km.

Ruta realizada con Carlos y Ramón.

Descarga el track en wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-carrera-por-montana/tr-ortigas-viejas-solana-senda-collados-valdelavar-98057257#lb-embed

Ruta recorrida sobre mapa del IGN.

DESCRIPCIÓN:

De nuevo quedamos para salir a correr Ramón, Carlos y yo; y de nuevo lo haremos por Alpartir ya que esta zona da mucho juego pudiendo conectar distintas sendas de manera que se pueda variar de ruta sin apenas repetir itinerario.

Aparcamos el coche junto a la "Casa Naranja" y desde allí volveremos hacia abajo por la pista del río hasta llegar a coger la senda de Ortigas Viejas. Esta senda va ganando altura hasta que llegamos a un cruce donde seguiremos recto y obviaremos ya la senda que llevábamos y que sube hacia la izquierda. De esta forma tomamos la senda de La Solana que, como su nombre indica, por su orientación le da el sol en gran parte de su recorrido; hoy no nos molestará el sol al estar nublado a primera hora. La senda va recorriendo la ladera hasta que llegamos a una pista que seguiremos hacia arriba y luego a un cruce de pistas que tomaremos la que indica "Arco de Piedra". En breve nos plantamos en un collado donde cogeremos la senda hacia el pico La Butrera, al que no subiremos, y llegamos al collado del Horcajo. Tomamos dirección hacia el pico Cota sin nombre y lo pasaremos para coger la senda de los Collados. Seguiremos por esta pista en sube y baja hasta localizar un desvío a nuestra izquierda marcado con un mojón y un poste indicativo; es la senda de Valdelavar, senda que no había recorrido yo hasta ahora y que es muy bonita y larga. Recorre un frondoso pinar con buenos ejemplares y poco a poco se va encajonando en el barranco del mismo nombre hasta llegar al camino del PR-15 por el que volveremos a la zona conocida como La Erilla y desde aquí por pista nos dejamos llevar hasta el coche.

Tras las últimas lluvias daba gusto oir y ver el agua del río y cruzarlo en varias ocasiones amén del plus de humedad que ha ganado la zona respecto a mi última visita por aquí. El agua es vida.