Salida: Aparcamiento previo al Santuario, 1550m.
Desnivel: Unos 600m.
Cobertura de móvil: Regular.
Desnivel: Unos 600m.
Cobertura de móvil: Regular.
INTRODUCCIÓN:
Peña Negrilla, también llamado Moncayo de Castilla, es uno de tantos picos que viven a la sombra de algún hermano mayor, en este caso del Moncayo o Pico de San Miguel. Es cierto que es un pico sin apenas dificultad pero aquel día los elementos hicieron que la cosa se complicara debido al frío, el hielo, la niebla y el conocido viento moncaíno. Tanto es así que en la cima estuvimos lo justo para hacernos la foto y ponernos a bajar enseguida; no era para menos pues a 5 º bajo cero y un fuerte viento del norte helador la cosa no estaba para organizar un picnic en la cima, la verdad.
Peña Negrilla, también llamado Moncayo de Castilla, es uno de tantos picos que viven a la sombra de algún hermano mayor, en este caso del Moncayo o Pico de San Miguel. Es cierto que es un pico sin apenas dificultad pero aquel día los elementos hicieron que la cosa se complicara debido al frío, el hielo, la niebla y el conocido viento moncaíno. Tanto es así que en la cima estuvimos lo justo para hacernos la foto y ponernos a bajar enseguida; no era para menos pues a 5 º bajo cero y un fuerte viento del norte helador la cosa no estaba para organizar un picnic en la cima, la verdad.
Por cierto que esta fue la primera salida que hacíamos Juan Carlos y yo tras conocernos a través de la web pirineos3000.com y quedar para subir este pico. Después vendrían muchos más picos ascendidos juntos, sobre todo tresmiles, todos descritos en este blog.
ASCENSIÓN:
Para llegar a esta cima hay que aparcar unos 600 metros antes de llegar al Santuario, es decir en el último aparcamiento al lado de la pista. En ese mismo lugar sale la senda al lado de una roca grande garabateada con pintura roja, a mano derecha de la pista. También se puede coger después, unos 50 metros desde el coche en dirección al Santuario por un caos de bloques. En cualquiera de los dos casos, ambas sendas se juntan unos metros más arriba y ya no hay posibilidad de pérdida pues está bien marcada. Va ganando altura un poco fuerte al principio y luego muy suavemente a la vez que va pasando a media ladera de la cara norte del Moncayo por entre trozos de bosque y canchales que con el hielo en las rocas hacía que diéramos más de un resbalón sin más historia. El aspecto que presenta la montaña hoy es casi fantasmal, todo blanco por el hielo en los árboles y las rocas unido a la niebla y la soledad del lugar consiguen una mezcla extraña que casi asusta.
Senda entre el paraje helado del Moncayo. |
Vamos caminando por la senda, en toda la primera parte hasta el collado de Castilla es visible, sorteando varios árboles aislados en medio del canchal hasta llegar a otro tramo de bosque donde nos topamos con los restos de una antigua paridera o cabaña.
Restos de una antigua construcción, seguramente alguna paridera. |
Aquí ya estamos cerca del límite de este trozo de bosque que en cuanto salgamos de él veremos un gran mojón de piedras que sirve de referencia sobre todo a la vuelta. Estamos en el barranco de Castilla o de Agramonte.
Mojón indicativo a la salida del bosque. |
El viento que sopla en este lugar hace que nuestras mochilas, piolet, guantes, en fin toda nuestra superficie vaya cogiendo un ligero color blanco del hielo que se forma en ella. La niebla por poco nos hace desistir y tras unos segundos de cavilación, jcarlos y yo decidimos intentar conseguir la cima basándonos en que yo había estado allí antes y conocía el lugar, en otras circunstancias lo sensato habría sido volvernos mientras todavía podamos seguir la senda de vuelta. Así que con intuición y algo de orientación nos ponemos en marcha, el viento arrecia cada vez más y nos hace ir más despacio, viene del norte, frío, fuerte, pero nuestras ganas lo son más, al menos algo más que lo que nos dicta la cabeza.
Buscando la cima entre la niebla y el hielo. |
Subimos por la ladera del pico buscando la cima, el punto más alto, difícil ver algo entre tanto blanco pero en unos veinte minutos o algo más desde el collado atisbamos algo que destaca entre este reino de hielo y viento, es como un montículo, debe ser la cima, así que aceleramos en lo que podemos la marcha y llegamos al mojón cimero coronado con una pequeña cruz que, cómo no, está tan helada como nosotros. Hacemos las dos fotos que reflejen nuestra llegada al objetivo y bajamos pronto buscando que el viento pierda fuerza y nos deje de azotar de semejante manera.
Cima de Peña Negrilla, al final conseguimos encontrarla. |
Bajando la ladera nos escoramos involuntariamente debido a la espesa niebla hacia la vertiente más metida en Soria y debemos corregir nuestro pequeño error buscando de nuevo el collado. No tardamos en encontrarlo para nuestra suerte y bajamos rápido hasta la parte del bosque donde ya dejamos de sentir el gélido viento y afrontamos la vuelta con calma charlando de nuestras andanzas montañeras y pensando en nuevos objetivos, eso sí esperando que el tiempo sea más benigno de lo que fue en esta ocasión.