LA FRASE

LA FRASE: "Buscad la belleza, es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo" (Ramón Trecet).

Pico Espelunziecha, (2399m) y redolada a los ibones de Anayet. (29 de Julio de 2012)

Salida: Corral de las Mulas (1620m)
Llegada: Pico Espelunziecha (2399m)
Desnivel positivo acumulado: 895m
Tiempo empleado: 4 horas 20 min. toda la actividad, contando paradas.

Decarga el track en wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3141083


Perfil y datos del GPS.
Este verano entre unas cosas y otras no está siendo muy profuso en cuanto a picos ascendidos así que tengo que aprovechar cualquier resquicio para poderme escapar a practicar mi afición favorita. Este domingo 29 de Julio dan buen tiempo y yo dispongo de los "permisos" oportunos así que ofrezco a Ricardo venir al Pirineo y poder hacer alguna actividad tal y como hablamos hace unos meses en su primera subida al Moncayo. 
Rápidamente buceo entre mapas, webs de montaña para encontrar algo que le pueda sorprender y que se lleve un recuerdo imborrable de esta su primera incursión en los picos pirinaicos. Dudo entre varias opciones pero el llano de los ibones de Anayet son una apuesta segura y aunque ya he estado en varias ocasiones no me importa volver si es como cicerone y si encima subo el único pico que me queda en esta zona pues mejor que mejor.

Así las cosas nos ponemos en marcha sin madrugar demasiado ya que el viaje es relativamente corto y la actividad tampoco nos llevará demasiado tiempo. A las 9 de la mañana comenzamos a caminar por la pista asfaltada que va del Corral de las Mulas hasta el telesilla de Anayet, en la estación de esquí de Formigal. Pronto dejamos todo el entramado de hierros que tanto gusta a algunos y entramos en el barranco de Culibillas.

Ricardo cruzando el torrente al principio del barranco de Culibillas.

Llevamos un buen ritmo, quizás algo alto y espero que Ricardo no lo pague más adelante; afortunadamente lo lleva bien y no se queja, incluso aprieta el tío. Esta parte del camino transcurre al fondo del barranco caminando todo el rato junto al torrente de Culibillas. El camino no tiene pérdida y está marcado con rayas rojas y blancas del GR-11.

Como no hay prisa me entretengo haciendo fotos al entorno.

Hemos pasado a varias personas hace un rato y ahora vamos tranquilos, sin gente, pero cuando ya se divisa el Pico Espelunziecha y el collado que da al llano de los ibones vemos cómo numerosas personas están en las últimas rampas previas al collado. En fin, es lo que toca, es domingo, verano, buen día y... un destino muy concurrido dada su belleza.

El Pico Espelunziecha visto desde el fondo del valle de Culibillas.

La cuesta que da paso al llano de los ibones hace sudar a Ricardo la gota gorda pero con una breve parada para tomar aire coge resuello y ya sube sin parar hasta el collado. Cuando llegamos arriba me giro para ver su expresión, no quiero perderme su cara y desde luego no tiene desperdicio. Alucina al ver de repente la mole del Pico de Anayet pero aún queda más sorprendido cuando recorremos esos pocos metros tras los que aparece el ibón grande de Anayet con el Midi de fondo, simplemente espectacular. Recuerdo la frase que soltó cuando vio todo esto, jeje: "¡Y aún hay gente que prefiere ir a la playa...!"

Pico de Anayet visto desde el Ibón grande.
Uno de los lugares más bellos del Pirineo.

Llegados a este punto y tras las obligadas fotos hablamos si subimos al Espelunziecha ahora o después. Creemos que lo mejor es subirlo ahora, que el tiempo está despejado, y evitar las nubes que se ven por la Canal de Izás y que podrían arruinar las vistas. 

Vista del Pico Espelunziecha camino a su cumbre desde los ibones.

Dicho y hecho, nos dirigimos directos al pico buscando la zona más tendida para alcanzar la cima. Hacemos alguna zeta con esta intención pero subir tan directos hace que subamos por terracillas herbosas inclinadas que no son nada cómodas pero bueno, tampoco es peligroso y en poco tiempo llegamos arriba. El panorama desde aquí es amplísimo, la vista de 360º que ofrece este pico da para entretenerse un buen rato distinguiendo picos ya ascendidos y otros en mente.

Vértice de Anayet (izda) y Pico de Anayet (dcha).
Cima del Pico Espelunziecha (2399m). El Midi al fondo.
Foto de cima con "los Anayets" de fondo.
Luces y sombras desde la cima del Espelunziecha. Bonita foto, Ricardo.
En la cima nos abrigamos un poco ya que sopla viento fresco y vamos a comer algo. La actividad no ha sido dura pero es media mañana y a algunos ya nos rugen las tripas. Mientras devoramos las viandas observamos cómo se va cubriendo el cielo, no es que amenace lluvia o al menos no de momento pero ya tapa algunos picos hacia el Oeste. Para bajar elegimos hacerlo por la arista que desciende hacia Canal Roya y en cuanto vemos que se puede bajar cómodamente emprendemos la bajada hacia el llano de los ibones donde recorreremos los dos ibones antes de volvernos al coche.

La verdad es que la bajada por aquí es mucho mejor que por donde hemos subido hace un rato así que en pocos minutos ya estamos de camino al Ibón pequeño de Anayet. Este ibón está algo escondido de su hermano mayor pero regala unas instantáneas que bien merecen acercarse a él.

Ibón pequeño de Anayet. Coqueto lugar, sin duda.

Tras pasar por este pequeño ibón, nos acercamos al balcón que se asoma a la Canal Roya. Desde aquí se tiene una vista privilegiada de este bonito valle glaciar amenazado de muerte por los de los hierros y los forfaits. Disfrutemos de su belleza salvaje hasta que nos dejen.

Ricardo en el balcón que asoma a la Canal Roya.

Fotos de la Canal y nos vamos hacia el ibón grande de Anayet para recorrerlo por la orilla opuesta y así tener otra perspectiva del lugar. Vemos el Pico Espelunziecha desde aquí y nos tomamos la vuelta con mucha tranquilidad, empapándonos de cuanto nos rodea.

Da tiempo a repanchingarse un rato.

Después de hacer toda la redolada a los ibones nos dirigimos nuevamente al collado para regresar al coche. Un último vistazo atrás y pronto quedará oculto el Pico de Anayet, ¡hasta la próxima!
Para variar un poco el regreso decidimos volver por la Glera de Anayet por la cual saldremos de una manera más directa a la carretera y luego al Corral de las Mulas pero, aunque al principio nos gusta la senda que discurre a media ladera del Barranco de Culibillas, en cuanto se topa con los remontes de la estación se pierde el rastro por momentos por lo que decidimos tirar directos a la carretera y dejarnos llevar hasta el coche.

Vuelta por la senda de la Glera de Anayet.

Gran Facha, (3005m). (12-13 de Julio de 2012)

Datos del primer día:
Salida: Embalse de La Sarra (1438m)
Llegada: Ibón de Campoplano (2160m)
Desnivel positivo acumulado: 720m.
Tiempo empleado: 2 horas y 20 min.


Datos del segundo día:
Salida: Ibón de Campoplano (2160m)
Llegada: Gran Facha (3005m) y posterior bajada a La Sarra.
Desnivel positivo acumulado: 850m netos.
Tiempo empleado: 1 hora y 50 min.

Descarga del track en wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3081302




Perfil y datos del GPS pero solo hasta la vuelta a Respomuso; faltaría desde Respomuso hasta La Sarra, pero ya no merecía la pena y la batería estaba exhausta.

INTRODUCCIÓN:


Pensábamos hacer otras cosas esta semana pero entre cuadrar agendas, depender del tiempo, encontrar canguro y otras cosas, el caso es que de buenas a primeras decido irme a hacer el pico Gran Facha, uno de los tresmiles que me faltaban de la zona del Balaitús. Se lo comento de pasada a Juan Carlos y rápidamente nos ponemos de acuerdo, él ya lo había hecho (dos veces además) pero le atrae la idea de hacer el Pico Cristales que sale la ruta desde donde iba a estar el vivac, el Ibón de Campoplano. Así pues, quedamos en salir después de comer para llegar a La Sarra e iniciar el camino hasta el citado ibón.

ASCENSIÓN:

Como decía, llegamos a La Sarra a eso de las seis de la tarde, poco antes. Nos ponemos en marcha de nuevo por el camino que lleva a Respomuso; la semana pasada ya estuvimos por aquí para hacer el Palas. No me entretengo describiendo el camino del Aguas Limpias ya que es de sobra conocido, simplemente llevamos un ritmo tranquilo pero constante y vemos cómo los rayos del sol cada vez calientan menos y poco a poco solo llegan a las cumbres, en unas dos horas llegaríamos a Respomuso donde, eso sí, pasamos de largo ya que íbamos a vivaquear en el Ibón de Campoplano.

Vista del Circo de Piedrafita apurando los últimos rayos de sol.

El viento es una constante ya cerca del refugio, no es que sea muy frío pero tampoco invita a quedarse quieto. Seguimos pues la marcha dejando el refugio de Respomuso más abajo y tomamos el camino que indica hacia Campoplano. Pasaremos por el ibón de las Ranas previamente y pronto vemos la pared de la presa de Campoplano que afea el entorno pero son los restos que nos dejaron...

Ibón de Campoplano con la presa a la derecha. Al fondo se ve la Gran Facha.

Buscamos una zona más o menos plana y seca para montar nuestro vivac y cenamos que ya tenemos hambre. Después de mirar aquí y allá, Juan Carlos encuentra un sitio bastante bueno más allá de la cola del ibón. Hierba mullida y el arroyo a 5 metros serán parte de nuestro vivac. Refresca, pronto en los sacos y a mirar por dónde debe ir mañana Juan Carlos, mi camino está bastante más claro.

Nuestro vivac. Pronto será de noche así que... a meterse en el saco!!

La noche es estrellada pero también ventosa lo que obliga a meter bien dentro la cabeza. No hemos dormido mal pero es cierto que ambos nos hemos despertado varias veces en toda la noche. Nos levantamos a las 6.20h y desayunamos, recogemos todo y en este punto nos despedimos deseándonos suerte. Es una situación algo rara ya que ir los dos al mismo sitio a dormir pero luego tomar caminos diferentes no es lo habitual. De todos modos vamos a por nuestros objetivos.

Casi a las 7 de la mañana estamos en marcha, yo cojo el camino que se dirige al collado de la Facha y Juan Carlos va  hacia el collado de la Piedra de San Martin. Mi camino está muy marcado y es suave, se gana altura de manera grata y dirigiéndose continuamente hacia el Este acompaña al torrente que baja de los Ibones dera Facha.

Camino hacia el collado de la Facha. Al fondo, siempre visible, el pico Gran Facha.

Al rato me empiezo a encontrar con neveros que cruzan el camino pero que afortunadamente no están ni lo suficientemente duros como para pasar sin crampones ni son tan inclinados como para temer una caída fuerte. Así que sigo mi camino que en breve llega a los Ibones dera Facha. Debo decir que este entorno en particular me sorprendió mucho y en positivo ya que no me esperaba un sitio tan salvaje a pesar de ser tan frecuentado, da sensación de aislamiento, aunque quizás ayude a esa sensación el que sea tan pronto y no me haya encontrado con nadie.

Ibones dera Facha. Se ve claramente el flanqueo por la ladera de la derecha.

Pasar los ibones me tenía mosqueado por el nevero que suele formarse aquí y que tarda bastante en irse del todo, si es que lo hace. Para mi suerte, no hubo problema en cruzarlo ya que, a pesar de estar algo duro, había una huella muy marcada que facilitaba mucho pasarlo.

Después de pasar los ibones viene una zona algo inclinada y desagradable de superar por tener piedrilla suelta pero es corta y pronto se llega al collado de la Facha adonde llego a las 8.10 de la mañana. En la vertiente francesa no sopla el viento que sí lo hace en la española así que bajo unos metros buscando el solecillo de la mañana y, resguardado del viento, aprovecho para beber.

Vertiente francesa del collado de la Facha.

Me guardo los bastones pensando que voy a empezar a trepar enseguida, sin embargo pronto me arrepentiría ya que hay incluso senda amojonada al principio y prácticamente hasta la mitad de la montaña. En fin, no voy a sacarlos de nuevo, sopla el viento muy fuerte y frío en la subida y no quiero quedarme frío, aunque sí que me quedé...

Se sube casi todo el tiempo por la derecha de la arista, vertiente española, aunque a veces me pongo en la misma arista, no sé si buscando el calorcito del sol ya que tengo las manos heladas y no me he puesto los guantes (sin comentarios) o buscando algo más cómodo de subir. En cualquier caso, pronto llego a la antecima de la Facha; el sitio es espectacular.

Cima de la Facha desde su antecima.

Desde esta antecima toca hacer un pequeño destrepe y luego alcanzar la cumbre principal siguiendo algún mojón aunque ya es evidente la vía por la que se sube. A las 8.50h llego a la cumbre. La sensación es de triunfo. No es mi montaña más difícil, ni es el único tresmil en solitario pero no sé muy bien porqué el caso es que me alegro un montón de estar aquí. La pena es que el viento y el frío no me van a permitir estar todo el tiempo que hubiera deseado. Me pongo el cortavientos, hago fotos a diestro y siniestro y tras un cuarto de hora más o menos me voy para abajo.

Vista desde la cima de la Gran Facha hacia Balaitús y Frondellas.
Mirada hacia los Infiernos y detalle del "altarcillo" de la cima.

La luz es buena al ser tan de mañana y, al menos hacia el Oeste, permite unas fotos decentes. Se ven perfectamente el Balaitús y las Frondellas, el Midi, el Cristales (¿habrá llegado ya Juan Carlos a su cima?), Cambalés, y sobre todo los Picos del Infierno donde destaca sobremanera la vista de su marmolera. Hacia la zona francesa destaca el Vignemale pero no le hice ninguna foto que merezca la pena ya que el sol tan bajo y algo de calima no permitía nitidez.

Autofoto de cima. Si hay foto, hay cima.

Bajo más rápido de lo que pensaba o al menos se me hizo rápida la bajada hasta el collado de la Facha. Aquí ya empiezo a encontrarme gente que llegan ahora para emprender la subida a este pico tan atractivo. No me detengo mucho ya que he quedado con Juan Carlos en el refugio de Respomuso y pensando en que él iba a tardar poco en llegar, no quiero hacerle esperar mucho.

Ibones dera Facha y nevero por el que transita el camino.

En el camino de regreso al Ibón de Campoplano rompo uno de los bastones al quedarse atrapado en el hueco entre dos piedras. Fui un poco bruto al intentar sacarlo pero ya son viejos y han dado buen resultado, lo cierto es que han aguantado más de lo que imaginaba.

Al llegar al Ibón de Campoplano, unas vacas están pastando tan ricamente. Paso al lado de ellas y tomo el camino que cogimos ayer por la tarde de regreso a Respomuso.

Ibón de Campoplano visto a la vuelta, de regreso a Respomuso.

Llego a las 11.15h de la mañana. Pensaba que llegaba muy tarde pero aún no ha regresado Juan Carlos. Me mosqueo un pelín, espero que no le haya pasado nada o que haya subido a otro pico después del Cristales, pero no, afortunadamente no tarda mucho en aparecer por el camino de vuelta. Simplemente hicimos unos cálculos demasiado optimistas de su ruta pensando que sería más corta pero me comenta que hay una pedrera horrible que enlentece mucho además de que no estaba tan cerca como pensábamos. De cualquier manera, estamos contentos, ambos hemos hecho lo que habíamos venido a hacer sin percances y ahora comeremos un poco y regresamos a La Sarra y así volver pronto a casa.


Pico Palas, (2974m). (2 de Julio de 2012)

Salida: Embalse de La Sarra (1438m)
Llegada: Pico Palas (2974m)
Desnivel positivo acumulado: El GPS pone 1900!!, yo le doy unos 1700m que tampoco está mal.
Tiempo empleado: 9 horas en total.

Ascensión realizada con Juan Carlos.

Se puede descargar el track de la ruta en wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3040715


Datos del GPS y perfil de la ruta.
INTRODUCCIÓN:

El Palas o Pallas, un señor pico, una montaña considerada por mucha gente como el pico perfecto de los Pirineos y es que en verdad lo tiene todo, una aproximación larga y variada (bosque, canchal, ibones), un aspecto fiero, desafiante, cuenta con un acceso por su pared con el punto justo de dificultad que lo hace apto para montañeros experimentados alejándolo de la masificación de otros picos y para colmo unas vistas... ¡¡qué vistas!!

Este era mi segundo intento a esta cima y es que ya hace unos años vine a por él en solitario pero al pie de la chimenea Ledormeur fui incapaz de identificarla con seguridad ya que hay un par de ellas (o más) y si no se está seguro lo mejor es no meterse en marrones de este tipo. Y es que en aquel momento no estaba tan marcada como lo está ahora, quizás en exceso en algunos puntos donde parecen haber tirado medio cubo de pintura (sic). Aquel día me volví a casa con rabia ya que no me gusta ir a hacer algo y volverme sin el pico en cuestión pero alguna rara vez ocurre y en el camino de vuelta ya estás pensando cuándo volverás a intentarlo, que esto no va a quedar así... y llegó su hora.

ASCENSIÓN:

A las 8 y pico de la mañana estamos en marcha Juan Carlos y yo dejando atrás el embalse de La Sarra y cogiendo el conocidísimo camino de Aguas Limpias, el de Respomuso de toda la vida. Tantas veces lo hemos hecho tanto uno como otro que no hacemos fotos siquiera. Al rato tomamos el desvío marcado a los ibones de Arriel y con moral empezamos la subida por el canchal/pedregal que nos lleva al llano de los ibones de Arriel.

Ya vemos el collado por el que se accede a los ibones de Arriel.
Cuando se llega al primero de los ibones, el Ibón baixo de Arriel se nos presenta nuestro objetivo delante de nuestras narices, es hermoso desde aquí, impresiona su aspecto y te reta, más que invita, a ascenderlo. A ver si podemos esta vez.

Pico Palas visto desde el Ibón baixo de Arriel.
Hacemos la primera parada del día para comer algo y beber. No obstante la ruta de hoy es larga y supone un gran desnivel y por tanto esfuerzo, por lo que debemos dosificar bien nuestras fuerzas. Enseguida seguimos camino y pasamos por el Ibón alto de Arriel, que sobrepasamos igualmente. Debemos llegar a la cola de este ibón y emprender una penosa subida por una ancha canal de piedra pequeña suelta al principio y por caos de bloques más tarde. Esto nos deja en una planicie desde la cual dirigirnos hacia la base de nuestra montaña.

Ya hemos sobrepasado el Ibón alto de Arriel y estamos en la canal.
Accediendo por la rimaya a la zona alta del nevero.
Estamos a principio de la temporada estival por lo que todavía queda nieve en algunos puntos a pesar de ser un año de pocas nevadas. Esto nos obliga a acercarnos a la pared y buscar camino por la rimaya para sortear un nevero que está bastante helado y tiene aquí cierta inclinación.

Una vez superada esta pequeña dificultad vamos buscando el mejor camino que nos lleve a la base del Palas, así que paso a paso y por grandes piedras nos acercamos al pico. Cuando llegamos a él nos preparamos con el material que hemos traído para la ocasión: el casco. Y es que la chimenea no es de gran dificultad pero es famosa por dejar caer piedras en la subida y no nos apetece probar su fama.

Alguno ya está preparado y esperando...
... a que otros terminemos de estarlo.
No hay pérdida para la chimenea, si llego a encontrarme en su momento semejantes muestras de "arte gráfico en roca" seguro que no hubiera dudado de si sí o si no. Juan Carlos comienza la ascensión por la chimenea Ledormeur y yo le sigo muy de cerca para si cae alguna piedra no dar tiempo a que coja velocidad.

Juan Carlos acercándose a la chimenea Ledormeur.
Aquí lo vemos en plena faena en el tramo más inclinado de la chimenea.
El primer tramo de la chimenea Ledormeur es el más delicado, llega a un grado II+ pero hay tan buenas presas y abundantes que se avanza rápido. En cuanto se llega a una especie de repisa que podría utilizarse como reunión en caso de rappel la inclinación disminuye pero no por ello debemos confiarnos, un mal paso nos enviaría a abajo sin remisión.

Cuando llegamos a la salida de la chimenea aún queda un rato más o menos largo para alcanzar la cima. Al principio se va siguiendo un sendero pero luego hay que subir por una canal desagradable de piedras grandes, bloques, etc. que nos hace sufrir todavía más a los que ya vamos justitos de fuerzas. Un cuarto de hora después de que Juan Carlos pise la cima del Palas llegaré yo cansado, pero muy contento de que por fin consiga subir esta montaña y pueda disfrutar de las vistas que hay desde ella. Y es que no son para menos, tenemos enfrente el Balaitús y su perfecta Gran Diagonal, el Midi d´Ossau al otro lado, cerca pero más abajo el Pico Arriel, etc. etc.

Balaitús y su Gran Diagonal. A la derecha, Frondellas.
Vistas hacia el lado francés destacando el Midi d´Ossau y el Lurien.
Si hay foto, hay cima.
Mirada hacia el sur, ibones y Pico de Arriel. Al fondo, la Partacua.
Comemos en la cima ya que nos ha costado su tiempo y ya aprieta el hambre. Se disfruta aquí arriba y es que se va la mirada constantemente a lo que nos rodea. Pero hay que regresar por lo que desandamos el camino utilizado para subir, bajamos de nuevo la chimenea, que se me hizo muy corta al bajarla y seguimos bajando y bajando hasta La Sarra. Una bajada eterna, nos metimos una buena pechada de kilómetros en las piernas (19km) pero mereció la pena.

Bajando la chimenea Ledormeur de regreso.
De vuelta por los bonitos bosques del camino.
Lo que ninguno de los dos sospechábamos es que no íbamos a tardar mucho en volver a hacer el camino de Respomuso y es que los planes cambian constantemente, pero eso es otra historia que en breve prometo contaros.