Llegada: Pico Espelunziecha (2399m)
Desnivel positivo acumulado: 895m
Tiempo empleado: 4 horas 20 min. toda la actividad, contando paradas.
Decarga el track en wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3141083
Perfil y datos del GPS. |
Este verano entre unas cosas y otras no está siendo muy profuso en cuanto a picos ascendidos así que tengo que aprovechar cualquier resquicio para poderme escapar a practicar mi afición favorita. Este domingo 29 de Julio dan buen tiempo y yo dispongo de los "permisos" oportunos así que ofrezco a Ricardo venir al Pirineo y poder hacer alguna actividad tal y como hablamos hace unos meses en su primera subida al Moncayo.
Rápidamente buceo entre mapas, webs de montaña para encontrar algo que le pueda sorprender y que se lleve un recuerdo imborrable de esta su primera incursión en los picos pirinaicos. Dudo entre varias opciones pero el llano de los ibones de Anayet son una apuesta segura y aunque ya he estado en varias ocasiones no me importa volver si es como cicerone y si encima subo el único pico que me queda en esta zona pues mejor que mejor.
Así las cosas nos ponemos en marcha sin madrugar demasiado ya que el viaje es relativamente corto y la actividad tampoco nos llevará demasiado tiempo. A las 9 de la mañana comenzamos a caminar por la pista asfaltada que va del Corral de las Mulas hasta el telesilla de Anayet, en la estación de esquí de Formigal. Pronto dejamos todo el entramado de hierros que tanto gusta a algunos y entramos en el barranco de Culibillas.
Ricardo cruzando el torrente al principio del barranco de Culibillas. |
Llevamos un buen ritmo, quizás algo alto y espero que Ricardo no lo pague más adelante; afortunadamente lo lleva bien y no se queja, incluso aprieta el tío. Esta parte del camino transcurre al fondo del barranco caminando todo el rato junto al torrente de Culibillas. El camino no tiene pérdida y está marcado con rayas rojas y blancas del GR-11.
Como no hay prisa me entretengo haciendo fotos al entorno. |
Hemos pasado a varias personas hace un rato y ahora vamos tranquilos, sin gente, pero cuando ya se divisa el Pico Espelunziecha y el collado que da al llano de los ibones vemos cómo numerosas personas están en las últimas rampas previas al collado. En fin, es lo que toca, es domingo, verano, buen día y... un destino muy concurrido dada su belleza.
El Pico Espelunziecha visto desde el fondo del valle de Culibillas. |
La cuesta que da paso al llano de los ibones hace sudar a Ricardo la gota gorda pero con una breve parada para tomar aire coge resuello y ya sube sin parar hasta el collado. Cuando llegamos arriba me giro para ver su expresión, no quiero perderme su cara y desde luego no tiene desperdicio. Alucina al ver de repente la mole del Pico de Anayet pero aún queda más sorprendido cuando recorremos esos pocos metros tras los que aparece el ibón grande de Anayet con el Midi de fondo, simplemente espectacular. Recuerdo la frase que soltó cuando vio todo esto, jeje: "¡Y aún hay gente que prefiere ir a la playa...!"
Pico de Anayet visto desde el Ibón grande. |
Uno de los lugares más bellos del Pirineo. |
Llegados a este punto y tras las obligadas fotos hablamos si subimos al Espelunziecha ahora o después. Creemos que lo mejor es subirlo ahora, que el tiempo está despejado, y evitar las nubes que se ven por la Canal de Izás y que podrían arruinar las vistas.
Vista del Pico Espelunziecha camino a su cumbre desde los ibones. |
Dicho y hecho, nos dirigimos directos al pico buscando la zona más tendida para alcanzar la cima. Hacemos alguna zeta con esta intención pero subir tan directos hace que subamos por terracillas herbosas inclinadas que no son nada cómodas pero bueno, tampoco es peligroso y en poco tiempo llegamos arriba. El panorama desde aquí es amplísimo, la vista de 360º que ofrece este pico da para entretenerse un buen rato distinguiendo picos ya ascendidos y otros en mente.
Vértice de Anayet (izda) y Pico de Anayet (dcha). |
Cima del Pico Espelunziecha (2399m). El Midi al fondo. |
Foto de cima con "los Anayets" de fondo. |
Luces y sombras desde la cima del Espelunziecha. Bonita foto, Ricardo. |
En la cima nos abrigamos un poco ya que sopla viento fresco y vamos a comer algo. La actividad no ha sido dura pero es media mañana y a algunos ya nos rugen las tripas. Mientras devoramos las viandas observamos cómo se va cubriendo el cielo, no es que amenace lluvia o al menos no de momento pero ya tapa algunos picos hacia el Oeste. Para bajar elegimos hacerlo por la arista que desciende hacia Canal Roya y en cuanto vemos que se puede bajar cómodamente emprendemos la bajada hacia el llano de los ibones donde recorreremos los dos ibones antes de volvernos al coche.
La verdad es que la bajada por aquí es mucho mejor que por donde hemos subido hace un rato así que en pocos minutos ya estamos de camino al Ibón pequeño de Anayet. Este ibón está algo escondido de su hermano mayor pero regala unas instantáneas que bien merecen acercarse a él.
Ibón pequeño de Anayet. Coqueto lugar, sin duda. |
Tras pasar por este pequeño ibón, nos acercamos al balcón que se asoma a la Canal Roya. Desde aquí se tiene una vista privilegiada de este bonito valle glaciar amenazado de muerte por los de los hierros y los forfaits. Disfrutemos de su belleza salvaje hasta que nos dejen.
Ricardo en el balcón que asoma a la Canal Roya. |
Fotos de la Canal y nos vamos hacia el ibón grande de Anayet para recorrerlo por la orilla opuesta y así tener otra perspectiva del lugar. Vemos el Pico Espelunziecha desde aquí y nos tomamos la vuelta con mucha tranquilidad, empapándonos de cuanto nos rodea.
Da tiempo a repanchingarse un rato. |
Después de hacer toda la redolada a los ibones nos dirigimos nuevamente al collado para regresar al coche. Un último vistazo atrás y pronto quedará oculto el Pico de Anayet, ¡hasta la próxima!
Para variar un poco el regreso decidimos volver por la Glera de Anayet por la cual saldremos de una manera más directa a la carretera y luego al Corral de las Mulas pero, aunque al principio nos gusta la senda que discurre a media ladera del Barranco de Culibillas, en cuanto se topa con los remontes de la estación se pierde el rastro por momentos por lo que decidimos tirar directos a la carretera y dejarnos llevar hasta el coche.
Vuelta por la senda de la Glera de Anayet. |