Debo confesar que por fin pude hacer una de las excursiones que más ganas tenía desde hace mucho tiempo. Hacer la Faja de las Flores en el sentido en el que nosotros lo hicimos para así poder subir por las famosas Clavijas de Cotatuero y bajar por Carriata fue un acierto y si además redondeamos la excursión con la subida al Tozal del Mallo para disfrutar de las vistas nos queda un día redondo. Ah!, se me olvidaba, el día nos salió despejado y con una temperatura ideal, no podíamos pedir más. Con todo esto, así fue la cosa:
Recorrido realizado: Pradera de Ordesa - Clavijas de Cotatuero - Faja de las Flores - Tozal del Mallo - Clavijas de Carriata/Salarons - Pradera.
Desnivel acumulado: Unos 1200m. (El GPS marcó 1400m pero me parecen demasiados)
Tiempo empleado: 7 horas y media contando paradas.
Nos planteamos esta actividad como un entrenamiento de cara a las próximos meses en los que atacaremos varios tresmiles y como yo apenas he pisado Ordesa (pecado, lo sé) qué mejor que realizar una de las rutas obligadas dentro del Parque Nacional, la Faja de las Flores. Lo que no es tan obligado es subir por las clavijas de Cotatuero ya que el vacío impone y mucha gente, la mayoría, opta por hacer el recorrido de la Faja viniendo desde Carriata y volver por el mismo sitio. En nuestro caso no iba a ser así y como nos gustan las emociones fuertes pues nos decidimos por hacerlo en recorrido circular cogiendo de subida las Clavijas de Cotatuero y bajando por las de Salarons, ya de vuelta.
Antes de las 9 de la mañana estamos en marcha, aprovechando que aún no está el servicio de autobús podemos llegar hasta el aparcamiento de la Pradera y dejar ahí el coche. Vemos desde aquí abajo la impresionante pared del Tozal del Mallo; desde aquí se ve inexpugnable y sin embargo la subida desde lo alto de Carriata no deja de ser un mero paseo.
Vista del Tozal del Mallo desde la pradera de Ordesa.
Tomamos el camino principal que recorre el Valle de Ordesa hacia la Cola de Caballo y a los pocos minutos cogemos el desvío que, bien marcado, nos indica la dirección a Cotatuero.
Desvío a Cotatuero en el camino principal del Valle de Ordesa.
Aquí nos empezamos a introducir en un espeso bosque con unos ejemplares enormes de hayas y vamos cogiendo altura sin demasiado esfuerzo; hace fresco y esto ayuda mucho a llevar un buen ritmo. Pasamos junto a una de esas cabañas "prefabricadas" que a modo de refugio de fortuna, se encuentran desperdigadas por la zona de Ordesa. También vemos el Churro de Cotatuero en uno de los claros que deja el bosque. Más arriba volveremos a coger otro desvío:
Desvío que debemos coger en dirección a Cotatuero.
Vamos poco a poco ganando altura y pronto iremos dejando el bosque atrás, parece mentira pero hemos ganado altura muy pronto y vemos cómo la pared cada vez está más cerca, más vertical, lo que nos indica que pronto llegaremos al tramo de las clavijas... Tras subir una parte que parecen escalones, muy vertical, ya no nos queda duda de que pronto alcanzaremos la ansiada zona y efectivamente, enseguida llegamos a la chimenea previa que nos deja en el paso horizontal.
Voy superando la chimenea con facilidad, las clavijas ayudan muchísimo.
Juan Carlos se dispone ahora a subir la chimenea con las clavijas.
Después de llegar a la parte alta de la chimenea, nos enfrentaremos al tramo más aéreo de toda la jornada. Pasar este tramo, advierto, no requiere gran destreza ni técnica pero sí que no puede faltar la confianza en uno mismo y la seguridad en los apoyos, un error aquí no tiene reparación posible.
Juan Carlos superando la primera parte del tramo horizontal.
Aquí voy pasando por las Clavijas del tramo horizontal.
Como se ve en las fotos, Juan Carlos optó por traerse una cuerda y un mosquetón que si bien no ayudan en la progresión, sí que dan un plus de confianza. Yo, en cambio, lo pasé a pelo ya que lo fui dejando y al final ni lo pedí prestado ni lo compré.
Pongo unos vídeos que seguro dan más idea de cómo es el tramo:
Cuando ya hemos superado las Clavijas de Cotatuero aparece frente a nosotros la cascada y el precioso Circo de Cotatuero, un pequeño valle glaciar que con una U de libro va abriéndose camino delante de nosotros.
Cabecera de la Cascada de Cotatuero.
Parte alta de la pared de Cotatuero, tras la subida.
Panorámica en la parte de arriba del Circo de Cotatuero. Al fondo asoma el Perdido y el Cilindro.
En cuanto llegamos arriba tras pasar las clavijas nos tomamos un descanso para beber algo y comer alguna cosa. También aprovechamos a darnos crema solar que hasta ahora apenas nos ha dado el sol.
Retomamos la marcha y debemos seguir la senda que sale desde aquí pero en unos pocos metros hay que desviarse hacia la izquierda, hay un mojón que lo indica y luego algunos más algo más lejos. Desde esta parte la pendiente se endurece y tras pasar al lado de un arroyo salimos a una zona más pedregosa y algo más incómoda que también debemos superar hasta llegar a un sitio conocido como "la esmoladera" donde se gira ya enfilando la entrada a la Faja, que reconocemos gracias a un par de enormes piedras que hay justo a la entrada.
Vista de la entrada a la Faja, en el lugar donde hay dos grandes pedruscos.
Disfrutando del sitio y de las vistas; una maravilla.
Cuando llegamos a la entrada de la Faja de las Flores el panorama es embriagador, no sabes dónde mirar y temes dejarte algo que luego no puedas recordar, quieres grabarlo en la memoria así que lo grabas en la memoria de la tarjeta de la cámara, por si acaso...
Ahora viene el tramo de la Faja de las Flores, un recorrido de unos 3km en horizontal por las paredes del Gallinero. El recorrido no tiene pérdida ni dificultad por lo que nos relajamos y solo nos dedicamos a disfrutar de las vistas.
Comienzo de la Faja de las Flores.
Vistas desde la Faja. Al fondo destacan el Pico de Otal y Tendeñera.
En esta toma se hace uno a la idea de cómo es este tramo.
Y en esta también.
Y aquí voy doblando yo una "esquina" de la Faja...
...mientras Juan Carlos juega con las piedras.
Al poco de pasar por la tremenda piedra que se apoya en la pared de la Faja saldremos de ella y llegamos a lo alto del Circo de Carriata. Aquí encontramos a un sarrio y su cría en su hora de comer, así que a nosotros también nos entra hambre y pararemos a comer durante un rato.
Después del descanso y la merecida comida nos ponemos en marcha ya que antes de bajar a la pradera queremos subir al Tozal del Mallo. No tiene ninguna dificultad, al contrario de lo que puede parecer visto desde abajo, desde Carriata es simplemente una tachuela que ganamos en unos 25 min. desde donde estamos. Hacemos fotos del entorno y foto de cima y volvemos para entroncar con el camino de descenso.
Vista del Valle de Ordesa desde la cima del Tozal del Mallo.
Foto de cima en el Tozal del Mallo.
Para bajar de Carriata disponemos de dos opciones, hacerlo por la "fajeta" o por la zona de clavijas. Como le hemos cogido el gusto a las clavijas nos decidimos por bajar por ellas. No son comparables a las de Cotatuero pero bueno, las bajamos bien y sin complicaciones.
"La fajeta" vista desde la bajada por las Clavijas de Salarons/Carriata.
Descendiendo por el tramo de clavijas de Salarons.
Una vez pasadas las clavijas ya solo tenemos que dejarnos llevar y seguir la marcada senda que nos llevará por las empinadas laderas de Carriata hasta el bosque cerrado que nos espera más abajo y que agradeceremos su sombra en este momento del día. Antes de internarnos en el bosque dirigiremos la mirada por última vez a la imponente pared que constituye el Tozal del Mallo. Un bonito colofón a una jornada en la que disfrutamos mucho de las vistas y es que no es para menos.
Caminando por la senda que nos lleva a la pradera desde Carriata.
Imagen del Tozal del Mallo descendiendo por Carriata.