Llegada: Pico Olibón (2475m) y Pico Ruaba de Bernera (2455m)
Desnivel positivo acumulado: Unos 1100m.
Tiempo empleado total: 5 horas y 15 minutos.
Bibliografía utilizada: Dosmiles del Pirineo Aragonés Occidental. Vol. I. Ed. Beturián Ara.
Ascensiones realizadas junto a Fernando ("gruta" en Pirineos3000)
Descarga del track en wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=14651478
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Ruta realizada sobre un mapa del IGN.
DESCRIPCIÓN:
Hoy tengo nuevo compañero de andanzas, es Fernando, más conocido como el usuario "gruta" en la web pirineos3000.com Ya nos conocemos vía internet desde hace tiempo mediante el foro de dicha web o a través de correos electrónicos pero todavía no habíamos coincidido en vivo para hacer alguna ruta así que hoy ha sido el día.
Recojo a Fernando en Épila a las 6.15 de la mañana y ponemos rumbo a Lizara, adonde llegamos a eso de las 9h. Aparcamos sin problemas y nos vamos preparando para empezar a andar lo más pronto posible ya que no hace nada de fresco; el día va a ser caluroso de lo lindo, tal y como está siendo este verano 2016.
En 15 minutos estamos poniendo rumbo al llano de Lizara para llegar a su extremo oriental y subir por la medio-senda/medio-pista hasta el refugio de la Cueva donde giraremos al noreste para adentrarnos en el barranco de Articuso. Manchas rojas y blancas de GR-11. Un rato tendremos el barranco a nuestra derechas, totalmente seco hoy, y poco a poco nos iremos separando del barranco para encarar por lomas de hierba el collado del Bozo, a 1995m.
Aquí haremos la primera parada del día. Fernando ha marcado un ritmo fuertecillo en algunos momentos y así llegamos al collado en menos de una hora. Desde aquí vemos la cabecera del barranco de Igüer (Valle de Aísa). Dejamos el GR-11 que desciende hacia este barranco y tomamos una senda bien marcada a nuestra izquierda que tomando rumbo noreste nos va introduciendo hacia el fondo del barranco.
Tras un rato de suave caminar y ganar poca altura llegamos al punto donde ya vemos el Pico Olibón y el Ruaba de Bernera, sobre los 2100m. El contraste entre las dos tonalidades de roca es evidente y muy llamativo. Como ya los vemos iremos ascendiendo ahora en dirección noroeste con una canal rocosa. Nosotros subimos bastante desnivel por la zona de la derecha en sentido subida para aprovechar más los tramos de hierba que resultan más cómodos que los pedrolos de la canal. A cierta altura y cuando la cosa se inclina más de lo deseado trazamos una media ladera para enlazar con la canal, pero ya cerca del collado entre los dos picos. Desde este collado se abre la vista y el panorama es extenso pero solo hacemos alguna foto y en un tris nos estamos encaramando por la pendiente bastante inclinada del Pico Olibón. Yo subo más cerca del filo buscando la seguridad de la roca mientras Fernando opta por ir por una zona más mixta de piedra y hierba hasta que cerca de la cima no hay más remedio que acercarse a la arista para alcanzar ya cómodamente la cumbre.
Las vistas son tremendas: el Valle de los Sarrios abajo, demasiado seco a estas alturas del verano y sobre todo con este verano..., el Bisaurin, el Puntal de Secús, Liouviella, abajo del todo el Ibón Viejo, Plana Mistresa y más allá, a lo lejos muchos más que no nombro por no aburrir.
En la cima paramos un rato a comer algo y disfrutar de las vistas, que nos lo merecemos. Tras un rato de comida y fotos regresamos al collado bajando con sumo cuidado, un resbalón aquí no sería deseable y tendría muy malas consecuencias. Respiramos aliviados al llegar al collado y subimos al cercano y facilísimo pico Ruaba de Bernera, al cual se sube andando y sin problemas. Es un pico bicéfalo ya que tiene dos elevaciones y ambas marcadas con mojón cimero así que subimos a las dos y listo.
Desde aquí queríamos seguir por la cresta para llegar al pico Bozo de Bernera pero ir "a toda cresta" se ponía algo chungo en algunos puntos y viendo la hora que era y lo lejos que estaban otros picos como el propio Bernera y Punta Alta de Napazal, decidimos regresar por donde vinimos dándonos por satisfechos al haber subido a un señor pico como es el Olibón y llevarnos de paso otra cima, la del Ruaba de Bernera.
Solo queda por comentar que la bajada se me hizo eterna, ya no solo por el cansancio, que también, sino por el intenso calor que nos hizo conforme íbamos perdiendo altura; el último tramo desde el collado del Bozo hasta el refugio de Lizara fue infernal. No recuerdo haber pasado tanto calor en el Pirineo jamás, y mucho menos estando ya en Septiembre. Al calor del ambiente se unía la sequía que estaba afectando al Pirineo por lo que ni la vegetación, reseca, ni los barrancos, secos también, aliviaban esa sensación. Menos mal que llegar al coche y tener un refugio al lado tiene sus ventajas así que dimos buena cuenta de unas bebidas bien fresquitas.
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Inicio de la ruta junto al Refugio de Lizara. Vemos a Fernando poner a cero el GPS. |
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