LA FRASE

LA FRASE: "Buscad la belleza, es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo" (Ramón Trecet).

Puntal de Secús, (2514m). (28 de Junio de 2008)

Salida: Refugio de Lizara (1540m).
Llegada: Puntal de Secús (2514m).
Desnivel: Unos 1000m.
Cobertura de móvil: Nula durante el camino y muy escasa en la cima.
Tiempo de subida: 3 horas (contando numerosas paradas).
Tiempo de bajada: 2 horas.

Ascensión realizada junto a Iñaki.

Itinerario seguido al Puntal de Secús.

Bibliografía y Cartografía utilizada: Dosmiles del Pirineo Aragonés Occidental, Vol. 1. Beturián Ara, 2003.

INTRODUCCIÓN:


Hicimos este pico cambiando planes a última hora, así que la improvisación salió bien por una vez. La idea era caminar por Ordesa disfrutando del paisaje, pernoctando en las alturas y demás pero esta primavera lluviosa ha sido generosa en nieves en lo que al Pirineo se refiere con lo que plantar tienda sobre nieve y caminar dos días sobre ella no era nuestra mejor opción. 

Así las cosas, quedamos Iñaki y yo en el aparcamiento del refugio de Lizara a eso de las 9.30. Hay sitio aunque empiezan a llegar numerosos coches y la cosa pronto se pondrá fea para aparcar. Tras calzarnos y embadurnarnos de crema de protección (ya pega el sol de lo lindo) salimos dejando los crampones y el piolet en el coche pues en el refugio comentan que el estado de la nieve es…en una palabra: “sopa”.

ASCENSIÓN:


A las diez dejamos el aparcamiento y nos dirigimos por el camino que va superando el refugio por su izquierda y hacia arriba. El principio del camino coincide con la senda que va al Bisaurín, por lo que no hay pérdida, más que nada por la gente que hacia él se dirige. A unos diez minutos más o menos el camino se bifurca y debemos optar por la senda de la derecha que irá internándose en un barranco estrecho, barranco de Audelca. 

Principio del camino, coincidiendo con la primera parte de subida a Bisaurin.

Entrada al Barranco de Audelca.
Antes de llegar a meternos en el barranco pasamos junto a un pequeño refugio de pastores, es el refugio Oldecua, que queda a nuestra izquierda. Al principio desciende un poco el camino y luego retoma sentido ascendente aunque muy suave todo el tiempo.

La senda no se pierde en ningún momento, está muy marcada incluso en invierno por ser este un sitio muy frecuentado por esquiadores de montaña y raqueteros, entre los que me incluyo.

Vamos disfrutando de las cascadas que caen por el barranco Audelca que este año están salvajes y llenas de agua, da gusto ver así el Pirineo.
Serpentea la senda y gana altura de manera suave llegando en breve a otro refugio más grande que el anterior, es la Caseta de Forestales. Unos minutos más y llegamos, ya con la senda muy cercana al río, al precioso llano de hierba y turberas que es la Plana Mistresa (1984m). Nos ha costado una hora y diez minutos. Contemplamos el espectáculo durante un rato, algunas fotos y volvemos a ponernos en marcha.  

Estamos en la Plana Mistresa, zona de prados con agua serpenteando entremedio.
Otra toma de la Plana Mistresa pero esta vez mirando hacia el Este.

Ahora hay que dirigirse hacia la izquierda, oeste, e ir subiendo por esa especie de gradas o escalones por los que desciende un riachuelo. El objetivo asoma por detrás, esa pirámide redondeada que es su cima nos espera bajo este calor sofocante… 

Lugar por donde se debe ascender; se ve al fondo la cima asomando.

Hacemos una media ladera por la hierba y llegamos a un punto en el que cruzamos el riachuelo, la senda se dirige a él y por unas piedras lo cruzamos y volvemos a ganar altura. Debemos ir subiendo por la senda que va haciendo cortos zig-zags ganando altura ahora sí, de manera más fuerte que lo que hemos hecho hasta ahora.

Se vuelve a cruzar más arriba el riachuelo pues nos topamos con un nevero bastante inclinado y no queremos complicaciones por lo que hacemos un pequeño rodeo cruzando el agua. Seguimos subiendo y entre el calor y mi bajo estado de forma comienzo a acusar el esfuerzo así que poco antes de llegar a los llanos de arriba insto a Iñaki a hacer una parada técnica para poder beber y tomar algo o me dará una pájara de campeonato. Unos frutos secos y agua fresquita consiguen evitar la temida pájara así que al poco de retomar el camino llegamos en unos pocos minutos a un extenso y largo llano cubierto de nieve totalmente. Sólo las rocas de las laderas asoman por entre el manto nivoso.

Llano que todavía guarda bastante nieve. En medio y arriba el Puntal de Secús.

Seguimos un poco dicho llano y cuando estimamos oportuno, es decir, cuando encontramos una ladera con no demasiada inclinación comenzamos a subir hacia nuestra derecha. No es necesario llegar al collado que se ve al fondo del llano, el collado de Secús, sino que antes de alcanzarlo hay que tirar para la derecha y arriba. 

Vamos por la nieve que al estar blanda nos permite subir sin miedo a resbalar y cuando podemos cogemos los trozos que ya están limpios de nieve para así subir más cómodos y sin hacer tanto esfuerzo. Mi cansancio es grande pero también lo son las ganas de alcanzar la cumbre que, aunque modesta, nos permitirá obtener una vista de lujo de gran parte del Pirineo. Lo que nos queda es poco y ya no hay nieve aquí arriba, debe ser una zona más venteada pues no hay nada de nieve y abajo y en las laderas si. Solo resta superar la pedrera que es la pirámide cimera y alcanzar tras unas tres horas o así su cima. 

Panorámica de la Norte del Bisaurín desde el Puntal de Secús.

Cansado pero contento por volver a hollar una cumbre pirinaica después de mucho tiempo y es que el tiempo de esta primavera 2008 no dio demasiada tregua. Disfrutamos admirando la cara norte del Bisaurín, de los picos de la zona ansotana y chesa, del imperturbable Midi d´Ossau, del muy nevado aún Balaitús, Infiernos, y de la zona de Ordesa a la que pretendíamos ir y no pudo ser, repleta de nieve vista desde aquí. 

Castillo d´Acher desde la cima del Puntal.
Vista hacia el Este desde la cima.
Iñaki y yo en la cima del Puntal de Secús (2514m).

Estamos cerca de una hora en la cima y es que el día es buenísimo, despejado aunque crece alguna nube de evolución que luego nos dará una agradecida sombra al bajar ya que el sol está dándole fuerte. En ese rato una madre de sarrio y su hijo nos hacen una inesperada visita subiendo hasta la cumbre a escasos 5 ó 6 metros de nosotros. Una sorpresa muy agradable.  

Una mamá de sarrio con su pequeño suben también a la cima.
Una mirada hacia la zona de Aguastuertas, en el vecino Valle de Ansó.

Bajamos pues por donde vinimos con la única variante de bajar directamente por las laderas nevadas hacia el llano. De esta forma ganamos tiempo y nos da la posibilidad de hacer algo de “bota-ski” y divertirnos un poco. 

Vamos acercándonos de nuevo a la Plana Mistresa a la bajada.

A las cuatro y poco llegamos al aparcamiento bajo un sol de justicia. Menos mal que ya podemos ir a tomarnos algo fresquito que buena falta nos hace.