LA FRASE

LA FRASE: "Buscad la belleza, es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo" (Ramón Trecet).

Pico Musales, (2654m). (13 de Enero de 2007)

Salida: Embalse de La Sarra (1438m).
Llegada: Pico Musales (2654m).
Desnivel: 1216m.
Cobertura de móvil: Mala o escasa en La Sarra. Mejora durante el ascenso y es óptima en la cima.

Ascensión realizada junto a Juan Carlos.

Itinerario seguido hasta el Musales.
 INTRODUCCIÓN:

Llegamos al embalse de la Sarra, cerca de Sallent de Gállego, a eso de las 9 de la mañana. Mañana fresca, que no fría, de enero, cielo despejado totalmente y nada de aire por lo que esperamos un día magnífico para la práctica de nuestra afición favorita. Vemos extrañados la poca nieve que se ve en las cumbres que rodean el embalse pero este invierno es así hasta la fecha.

ASCENSIÓN:
Nos calzamos las botas, ponemos orden en las mochilas y encaminamos nuestros pasos hacia la pista que sale a la derecha de la pared de la presa de La Sarra, hacia la izquierda iríamos al conocido sendero que lleva a Respomuso. Pasamos por una cadena que impide el paso de vehículos no autorizados y comenzamos a andar por esta larga pista de nada menos que unos ocho kilómetros, así que más vale no desesperarse y aunque hay mojones que indican atajos no está muy claro por lo que decidimos que atajaremos a la bajada, de momento la subida por la pista nos sirve de calentamiento y llevamos una charla animada.

La pista va haciendo retuertas ganando altura, eso sí, de manera suave al principio entre bosque por el que sobresale la Peña Foratata, bonita peña que se divisa desde muchos lugares del Valle de Tena y que va asociada a la imagen del valle en innumerables publicaciones y fotografías.

Peña Foratata asomando entre la espesura del bosque.
Vamos viendo como el espeso bosque del principio va perdiendo espesura y van quedando pocos ejemplares que acompañen la marcha. Ya vemos en un momento de la subida la caseta de eléctricas al lado de una de esas pantallas gigantes que hay en algunos valles para reflejar ondas y dar así cobertura a zonas del valle algo más ocultas.

Caseta de eléctricas y collado de Musales al fondo.
Así pues, en menos de dos horas llegamos a dicha caseta donde paramos un momento a beber algo y ver por dónde debemos coger la senda (ahora sí es senda) que nos llevará al ibonciecho. Para coger la senda tenemos que dirigirnos hacia la izquierda desde la pantalla gigante por un pequeño trozo aún de pista hasta que un mojón nos indica donde debemos abandonar la pista y empezar la subida por la senda. La senda llega a un palitroque muy cutre que indica la dirección donde se encuentra el ibón. Va haciendo zig-zags hasta llegar al pequeño ibón situado en una cubeta de pequeñas proporciones y resguardado de vientos y de luz del sol durante gran parte del día lo que hace que nos lo encontremos totalmente helado. Imagen que contrasta con el paisaje de alrededor, todo pelado de nieve excepto esta pequeña zona alrededor de dicho ibón. Llegamos al ibonciecho en unas dos horas y media contando las paradas. Estamos a 2220m de altitud.

Ibonziecho, cubierto por una fina capa de nieve.
Hacemos las fotos obligadas en este punto del recorrido teniendo ya a la vista el collado de Musales allá arriba, hacia donde nos dirigimos por la senda que haciendo vueltas y eses gana altura hasta llegar a unos 2350m donde ya la nieve se hace patente, intercalada con trozos de hierba y piedras. Las pisadas de los que nos preceden van buscando evitar esas zonas de hierba. Andamos por la nieve al principio sin crampones pues la pendiente es mínima aún y las huellas facilitan la progresión por la nieve amén del calor del día que la mantiene blanda.

Decir que todo este tramo sigue salpicado de hierros oxidados, cables, bidones, restos de hormigón y demás basura de lo que fue el sistema para acarrear material durante la construcción del ibón de Respomuso. Se supone que todo esto debían retirarlo pero por lo visto todavía no han pasado por aquí.

Subiendo por entre los horribles restos de hierros oxidados y abandonados.
Momento en el que el manto nivoso se hace algo más continuo.
En cuanto llegamos a los 2400m optamos por ponernos los crampones y coger el piolo pues aquí la pendiente, sin ser excesiva sí puede que nos haga rodar unos metros hacia abajo en caso de resbalar. En algunos puntos el calor hace que la nieve se hunda demasiado lo que hace incómoda la subida, pero estamos cerca de una pequeña pala previa al collado y no hay otra opción segura.

Llegamos ya al collado de Musales, nos encontramos a 2598m, al lado de dos grandes pilotes de hormigón donde se debía de anclar el sistema de poleas que bajaba hacia Respomuso o Sallent, según el sentido de la vagoneta. Desde aquí ya vemos la cima, está a unos pocos minutos así que aunque las vistas son impresionantes desde el mismo collado, emprendemos la marcha hacia la cima por la arista con cuidado de no asomarnos en exceso a la vertiente norte pues las cornisas formadas no son muy de fiar. Al principio seguimos con los crampones, pero como el terreno se vuelve mixto de roca y nieve decidimos quitárnoslos para ir más cómodos y avanzar mejor por la arista.

Subiendo ya camino de la cima. Abajo queda el collado de Musales.

Así, poco antes de la una del mediodía llegamos a la cumbre, contentos por haber hecho cima y ver el ambiente que nos rodea. Es simplemente fantástico ver el Circo de Piedrafita desde aquí, podemos divisar Grande Fache, Balaitous, Cristales, Frondellas, Tebarray, Infiernos y por la otra vertiente toda la sierra de Partacua, Collarada, Anayet, y un sinfín de picos.

Vistas desde la cima al Circo de Piedrafita/Respomuso.
Juan Carlos y yo en la cima del Pico Musales. Detrás, el Balaitús.
Mirada hacia la zona de Ip, Formigal y Collarada.
Dos conocidos colosos, Arriel a la izquierda y Palas a la derecha.
Aprovechamos la presencia de cuatro tipos de Zaragoza (capital) para que nos hagan una foto juntos a Juan Carlos y a mi. Después nos dedicamos a fotografiar todo aquello que nos rodea e identificar los picos que hemos subido y aquellos que anhelamos subir. Tras este rato en la cumbre bajamos de nuevo por el mismo sitio desechando la idea de bajar a Respomuso y llegar a La Sarra por otro camino pues debemos volver pronto a casa.
 
Panorámica desde la cima hacia otros picos cercanos.
Cuando llegamos a la caseta de eléctricas paramos a comer, teniendo enfrente toda la Partacua y abajo Sallent. Mentalizados de los ocho kilómetros de pista que aún nos quedan hasta el coche, volvemos a andar atajando eso sí, en cuanto vemos mojones en la pista que nos indican los atajos. A las 4.30 estamos en el coche, pensando en los refrescos que nos tomaremos enseguida.