Salida: Desde la pista que sube de Hoz de Jaca hasta las pistas de esquí de Panticosa (1860m).
Llegada: Peña Sabocos (2757m).
Desnivel: Unos 900m.
Ascensión realizada junto a Eugenio.
INTRODUCCIÓN:
Para llegar a la localidad de Hoz de Jaca/Oz de Chaca debemos coger la carretera A-136 que desde Biescas se dirige a Sallent de Gállego y la frontera del Portalet. A unos 6km desde Biescas coger el desvío que cruzando la presa de Búbal nos lleva a Hoz de Jaca. Una vez en el pueblo hay que coger la pista que sale en la primera calle a la derecha, hay un cartel indicador.
La pista está en buen estado en general aunque hay algunos puntos en los que hay que tener cuidado con el coche. Dejamos el vehículo a unos 1860m, cuando vemos la zona de servicios de Petrosos enfrente. A partir de aquí la pista empeora bastante.
ASCENSIÓN:
Son las 9.30 de la mañana y fuertes ráfagas de viento nos hacen temer por el éxito de la ascensión, pero es pronto para desanimarse, todo puede cambiar. De todos modos, el viento viene del sur y confiamos en que la pared de la Sierra de Tendeñera nos sirva de parapeto. Nos ponemos en marcha.
Seguimos la pista que va siempre hacia arriba y en unos quince minutos estamos viendo la cara norte del Sabocos con la cima cubierta de nubes.
No sabemos cuanto durarán ahí o si desaparecerán pero tenemos tiempo para darnos la vuelta así que seguimos para adelante. En diez minutos por la pista llegamos al ibón de Asnos, que aún conserva placas de hielo flotando en su superficie.
Ibón de Asnos, todavía con bastante hielo en superficie. |
Continuamos de frente ganando altura siguiendo unas leves trazas de huellas y virando un poco hacia la izquierda (Este) con objeto de salvar una honda vaguada y así no perder demasiada altura. La nieve está blanda y nos hundimos con frecuencia, con demasiada frecuencia, sobre todo yo, no sé si es que peso mucho o es que piso mal, jeje. Cuando ha transcurrido una hora y media más o menos, entramos en el inicio del corredor.
Seguimos teniendo nubes sobre nuestras cabezas pero parece que se abre algún claro por la zona de Peña Roya y Peña Blanca; eso nos hace ser algo más optimistas.
En este punto nos ponemos los crampones pues en el corredor la pendiente se hará más fuerte y la nieve está algo más dura. Al principio caminamos por encima de un pequeño alud de hace unos días. Vamos ganando altura, ahora de manera más rápida aunque también más fatigante. Vemos nubes pasar rápidamente allí en lo alto, el viento las empuja y a ratos vemos el sol y al instante después todo se envuelve en la niebla.
Eugenio va abriendo el camino por la zona del alud. |
A mitad del corredor, las nubes se van por unos instantes. |
La salida del corredor es lo más empinado pero clavando con firmeza la puntera de los crampones conseguimos salir airosos (nunca mejor dicho) a la arista que de norte a sur recorre ese flanco de la montaña llevando a la cresta. Recorremos la arista con algún paso corto de trepada en mixto y en pocos minutos nos plantamos en la cresta cimera. El viento sopla fuerte pero podemos aguantarlo bien sin peligro de caída. Al fondo vemos la cima, el vértice geodésico asoma al final de la cresta.
En cinco minutos estamos en la cumbre y para nuestra suerte se abre un claro durante unos minutos. Nos ha costado llegar a la cima unas dos horas y media. Aprovechamos para hacer las fotos obligatorias en la cima y claro, como hay vértice… le pongo la camiseta de Pirineos3000. Estamos poco rato arriba, no más de quince o veinte minutos pues se nubla y se aclara por momentos, amén que el viento no hace agradable la estancia así que emprendemos el regreso.
Ya vemos el vértice en la cima del Sabocos. |
Foto en la cima de Peña Sabocos, 2757m. |
Aquí se puede apreciar la fuerza del viento (cintas de la mochila y postura en contra del viento).
Arista que conecta la salida del corredor con la cresta final.
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La cresta que une el Sabocos con Peña Blanca y Peña Roya cae a plomo sobre la cara norte por lo que habría que tener cuidado en caso de hacerla (hoy no era el día propicio, desde luego). Llegamos a la arista de antes y bajamos por el corredor, pero esta vez por un lugar situado más cerca de la pared, es un poco más vertical que la zona por la que subimos pero la nieve está blanda y se baja seguro.
Bajando por la arista en busca del corredor por el que subimos. |
La nieve va empeorando y nos hundimos más en ella en el regreso, menos mal que va quedando menos aunque no podíamos imaginar en ese momento que la actividad de hoy terminara algo regular…
Y es que estando cerca ya de las pistas de la estación y del ibón de Asnos, en una pequeña cuesta pisé hielo, con tan mala fortuna que resbalé al no agarrar bien los crampones. Caí de espaldas, así que tuve que darme la vuelta y clavar el piolet, menos mal que no era una pendiente muy acusada, pero los segundos que estuve cayendo e intentando darme la vuelta fueron desastrosos pues una de las puntas del crampón fue a clavarse en el gemelo de la otra pierna. Al principio no me di mucha cuenta, sólo del roto en el pantalón y algún golpe, pero luego vi la sangre en la pernera y al ver la herida fui consciente de lo ocurrido ya que sangraba bastante aunque no me dolía mucho.
Así pues, llegamos al rato al coche, me lavé la herida y bajamos al pueblo a comer algo ya que teníamos hambre y “lo cortés no quita lo valiente”. Luego, me puse un apaño para que no saliera más sangre y poder llegar conduciendo a La Almunia y al Centro de Salud. Resultado: Dos puntos de sutura y la vacuna antitetánica.
Un pequeño susto que afortunadamente quedó en eso. Ahora me quedará una cicatriz que me recordará lo sucedido y la prudencia que hay que tener siempre en la montaña…y en muchos otros sitios.
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