Salida: Embalse de Arguis.
Llegada: Peña Gratal (1567m).
Desnivel: 600m.
Tiempo de subida: 2 horas.
Tiempo de bajada: 1 hora y 40 minutos.
Ascensión realizada en solitario.
INTRODUCCIÓN:
Este pico aún siendo de escasa altura constituye un perfecto mirador de la Sierra de Guara, la Hoya de Huesca y de gran parte de nuestro querido Pirineo. La subida no tiene ninguna dificultad y las vistas merecen la pena, así que por fin me decidí a hacer este pico que tantas veces vemos cuando vamos camino del Pirineo, poco antes de subir al puerto del Monrepós. La subida que relato la hice por la cara norte al ser más húmeda y atravesar un bonito bosque que en esta época del año luce sus mejores galas.
ASCENSIÓN:
Dejando el coche en el aparcamiento de la Hospedería de Arguis o en el mismo pequeño aparcamiento encima de la presa nos encaminamos por la pista que sale nada más cruzar la pared de la presa. Es una larga pista, paralela al embalse, que va ganando altura de forma muy suave entre grandes ejemplares de pino. A los veinte minutos llegamos a un barranco que cruzamos por la pista y seguimos unos minutos hasta llegar a una bifurcación en la cual debemos tomar el ramal de la izquierda. La otra baja hasta la cola del embalse.
Seguimos durante unos diez minutos más y llegamos ya a una explanada donde hay un poste de madera que indica la subida al pico de Gratal. Aquí vemos ya los numerosos postes amarillos indicativos de por donde va el gasoducto de la línea de gas Serrablo-Zaragoza.
Aquí es donde empieza la senda y abandonamos la pista; empieza fuerte la cosa pero luego se arrellana y llegamos a un lugar donde veremos enfrente nuestro un cortafuegos y a nuestra derecha un gran mojón que nos muestra el camino que sube hasta arriba evitando el hacerlo por el cortafuegos.
Entramos entonces en un espeso bosquecillo en el que pinos, bojes y hayas serán nuestros compañeros hasta llegar arriba. El sendero gana altura por una estrecha senda que hace agradable la subida entre tanta vegetación. Cerca del final de la subida son los erizones los que ganan la partida al resto de la vegetación y así, entre ellos alcanzamos el collado ante un gran prado en el que debemos desviarnos a la izquierda, sur, siguiendo unos mojoncillos hasta llegar a una pista forestal.
Ahora camino hacia la izquierda, subiendo por la pista hasta llegar a un cruce y sigo por la de la derecha y, sin dejarla, hay que llegar en subida hasta un solitario y gran árbol donde ya vemos cómo sobresale la Peña Gratal.
Tenemos delante los campos llamados de Fenés, debemos atravesarlos siguiendo de nuevo los postes amarillos del gasoducto hasta contactar con una pista que gana altura en la ladera del pico.
Una vez en esta pista hay que estar atentos y localizar dos mojones por donde sale una estrecha senda, una trocha entre el bojedal, que gana altura de manera decidida hasta llegar a otra pista. La cruzamos donde vemos otro par de mojones y ahora la subida se empina. Sin ser difícil en ningún tramo la trocha va haciendo zig-zags cortos pero empinados hasta llegar a la cima del pico donde vemos un mojón y el rombo con la cruz, tan característicos de esta cima.
Tiempo de subida: 2 horas.
Tiempo de bajada: 1 hora y 40 minutos.
Ascensión realizada en solitario.
Imagen de GoogleEarth con el itinerario seguido a Peña Gratal. |
INTRODUCCIÓN:
Este pico aún siendo de escasa altura constituye un perfecto mirador de la Sierra de Guara, la Hoya de Huesca y de gran parte de nuestro querido Pirineo. La subida no tiene ninguna dificultad y las vistas merecen la pena, así que por fin me decidí a hacer este pico que tantas veces vemos cuando vamos camino del Pirineo, poco antes de subir al puerto del Monrepós. La subida que relato la hice por la cara norte al ser más húmeda y atravesar un bonito bosque que en esta época del año luce sus mejores galas.
ASCENSIÓN:
Dejando el coche en el aparcamiento de la Hospedería de Arguis o en el mismo pequeño aparcamiento encima de la presa nos encaminamos por la pista que sale nada más cruzar la pared de la presa. Es una larga pista, paralela al embalse, que va ganando altura de forma muy suave entre grandes ejemplares de pino. A los veinte minutos llegamos a un barranco que cruzamos por la pista y seguimos unos minutos hasta llegar a una bifurcación en la cual debemos tomar el ramal de la izquierda. La otra baja hasta la cola del embalse.
Seguimos durante unos diez minutos más y llegamos ya a una explanada donde hay un poste de madera que indica la subida al pico de Gratal. Aquí vemos ya los numerosos postes amarillos indicativos de por donde va el gasoducto de la línea de gas Serrablo-Zaragoza.
Inicio de la senda con el poste indicativo a la derecha de la imagen. |
Aquí es donde empieza la senda y abandonamos la pista; empieza fuerte la cosa pero luego se arrellana y llegamos a un lugar donde veremos enfrente nuestro un cortafuegos y a nuestra derecha un gran mojón que nos muestra el camino que sube hasta arriba evitando el hacerlo por el cortafuegos.
Bifurcación hacia el bosque y cortafuegos al fondo. |
Entramos entonces en un espeso bosquecillo en el que pinos, bojes y hayas serán nuestros compañeros hasta llegar arriba. El sendero gana altura por una estrecha senda que hace agradable la subida entre tanta vegetación. Cerca del final de la subida son los erizones los que ganan la partida al resto de la vegetación y así, entre ellos alcanzamos el collado ante un gran prado en el que debemos desviarnos a la izquierda, sur, siguiendo unos mojoncillos hasta llegar a una pista forestal.
Prado con erizones a la salida del bosquecillo. |
Ahora camino hacia la izquierda, subiendo por la pista hasta llegar a un cruce y sigo por la de la derecha y, sin dejarla, hay que llegar en subida hasta un solitario y gran árbol donde ya vemos cómo sobresale la Peña Gratal.
Tenemos delante los campos llamados de Fenés, debemos atravesarlos siguiendo de nuevo los postes amarillos del gasoducto hasta contactar con una pista que gana altura en la ladera del pico.
Campos de Fenés con la Peña Gratal al fondo. |
Una vez en esta pista hay que estar atentos y localizar dos mojones por donde sale una estrecha senda, una trocha entre el bojedal, que gana altura de manera decidida hasta llegar a otra pista. La cruzamos donde vemos otro par de mojones y ahora la subida se empina. Sin ser difícil en ningún tramo la trocha va haciendo zig-zags cortos pero empinados hasta llegar a la cima del pico donde vemos un mojón y el rombo con la cruz, tan característicos de esta cima.
Cima de la Peña Gratal. Se puede ver el Belén montañero que hay a mi lado. |
Desde la cima disfruto de una gran panorámica hacia todos los puntos cardinales, al sur la Hoya de Huesca, al norte los Pirineos, al este la Sierra de Guara, con el Tozal despuntando, y al oeste la Sierra Caballera.
Ahora desciendo hasta el coche y me voy hacia Nueno; así terminaré el día con una corta y entretenida excursión a las Gorgas de San Julián.
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